[Opinión] No me tinka la corrupción

Las elecciones municipales del 26 y 27 de octubre en La Higuera se acercan, y como ciudadanos, tenemos que tomar una decisión importante: ¿seguiremos apoyando la corrupción que ha socavado la transparencia y confianza en nuestra comuna, o daremos un paso hacia un cambio necesario? La campaña de Dinka Herrera, esposa Yerko Galleguillos, ha estado acompañada de un eslogan llamativo: “Me Tinka la Dinka”, que intenta captar el voto fácil con una frase pegajosa. Sin embargo, hay algo que a mí no me tinka: la corrupción.

Yerko Galleguillos lleva seis meses escondido, usando licencias médicas para evitar enfrentar las consecuencias de su mal manejo administrativo y judicial. Desde el 22 de abril, cuando comenzó su primera licencia, no ha vuelto a asumir sus responsabilidades en el municipio. Está arrancando de la justicia mientras hunde a La Higuera en la peor crisis de su historia. En vez de dar la cara, ha preferido dilatar los procesos judiciales y seguir cobrando su sueldo mientras la comuna se tambalea bajo el peso de deudas y embargos. No se trata solo de incompetencia, sino de una fuga de sus deberes, dejando a nuestra comuna sin liderazgo y en plena decadencia.

Galleguillos ha arrastrado a la municipalidad a un estado crítico y no ha sido liberado de responsabilidad en las causas judiciales, como él dijo en un acto público. La deuda continúa, las órdenes de arresto están vigentes, y los problemas que enfrenta nuestra comuna no se solucionan con discursos populistas ni con actos de distracción como presentarse en actividades públicas con máscaras de payaso. No hay lugar para más engaños.

Tampoco me tinka votar por los mismos concejales que han estado durante este periodo, quienes han sido incapaces de cumplir con su labor de fiscalización. Estos concejales han sido unos flojos que, ante los escándalos y la corrupción en la municipalidad, se mantuvieron en silencio, sin alzar la voz ni tomar medidas para frenar los abusos. También son responsables de lo que pasa hoy en La Higuera. No basta con cambiar al alcalde; necesitamos renovar todo el Concejo Municipal, porque son cómplices de esta debacle. No podemos seguir confiando en quienes han permitido que nuestra comuna llegue a este estado de crisis.

La candidatura de Dinka Herrera, entonces, es mucho más que un proyecto político personal; es un intento de continuar con una gestión manchada por la corrupción y la falta de probidad. Un voto por ella es un voto por mantener el statu quo, por seguir inmersos en la misma red de corrupción y malas prácticas que han afectado a La Higuera.

Las elecciones de este 26 y 27 de octubre no son solo una oportunidad para elegir nuevas autoridades; son una oportunidad para recuperar nuestra comuna. ¿Queremos realmente seguir en manos de quienes nos han llevado a este estado de crisis financiera y judicial? ¿O es hora de apostar por un cambio real, por la transparencia y la honestidad que tanto necesitamos?

No me tinka la corrupción, y no me tinka una candidatura que busca perpetuarla. Este es el momento de ser ciudadanos responsables y críticos. Es el momento de votar, no por consignas vacías, sino por el cambio que La Higuera necesita.

Miguel Torres Romero
Ex alcalde de La Higuera
Cientista Político
Mg. (c) en Investigación Social
Universidad de Buenos Aires