[Opinión] El silencio de Uberlinda

En medio de las turbulencias políticas que sacuden a La Higuera, donde las irregularidades cubren cada vez más la gestión municipal, surge una pregunta que debe ser respondida: ¿Debe un candidato a alcalde o alcaldesa permanecer en silencio ante los evidentes problemas que enfrenta la comuna?

Es comprensible que en tiempos de incertidumbre política algunos opten por el silencio. Sin embargo, cuando ese silencio proviene de alguien que busca liderar el destino de su municipio, las alarmas suenan con más fuerza.

La precandidata a alcaldesa del Partido Socialista, Uberlinda Aquea, en oposición a la posible candidatura por la UDI de Dinka Herrera, señora de Yerko Galleguillos, enfrenta una encrucijada moral. Si pretende tener un papel como representante de la comunidad, se le demanda integridad, valentía y compromiso con el bienestar de los y las habitantes de La Higuera.

Es preocupante que Aquea, luego de dos días de que estallara el escándalo por las deudas de la municipalidad de La Higuera, haya optado por el silencio. De Herrera se puede esperar, por razones obvias, pero de ella, no. Peor aún si primero considera su posición como funcionaria de la Asociación de Municipios Rurales, donde la Municipalidad de La Higuera tiene su espacio. ¿Será funcionaria eterna o se decidirá a ser candidata en algún momento?

La precandidatura de Aquea (que todo indica que será LA candidata del oficialismo) no puede ni debe ignorar las dificultades que enfrenta el municipio, sobre todo cuando aspira a administrarlo. El silencio solo alimenta la percepción de indiferencia ante los problemas que aquejan a La Higuera.

La transparencia, la honestidad y el compromiso con el servicio público son valores fundamentales en cualquier aspirante a ocupar un cargo de tal envergadura. La Higuera merece un o una líder que esté dispuesta a enfrentar los desafíos con valentía y sin miedo, no a alguien que opte por el silencio cómplice. Es tiempo de levantar la voz y exigir respuestas claras y acciones concretas de quienes aspiran a dirigir el municipio. El silencio no es una opción aceptable.

Miguel Torres Romero
Cientista Político
Mg. (c) en Investigación en Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires