Concejo Municipal de La Higuera rechaza auditoría clave para aclarar situación financiera: tensión y contradicciones en el debate

El Concejo Municipal de La Higuera volvió a ser escenario de divisiones internas y posiciones cuestionables en un tema de máxima importancia para la comunidad: la aprobación de una auditoría externa para determinar con claridad la grave situación financiera que atraviesa el municipio.

En la votación, la iniciativa impulsada por la alcaldesa Uberlinda Aquea contó con el respaldo de los concejales Ivonne Valenzuela y Urbano Morales, quienes se alinearon con la necesidad de transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo, el bloque de derecha, conformado por Ivana Godoy, Roquer González y Yudis González, votó en contra. La gran sorpresa vino de Luis Rivera, concejal del mismo partido de la alcaldesa, quien decidió abstenerse, dejando en evidencia una fractura política en el oficialismo.

Los argumentos en contra

La derecha justificó su rechazo argumentando que “no hay respaldo financiero” para costear la auditoría. Ivana Godoy, en particular, señaló que prefería esperar el informe final de la Contraloría, a pesar de que los informes ya emitidos por este órgano han sido contundentes en revelar irregularidades graves, incluyendo problemas en permisos de circulación y facturación.

Por su parte, Luis Rivera explicó su abstención señalando que desea conocer primero la disponibilidad presupuestaria para pagar la auditoría. Sin embargo, su postura ha generado molestia, considerando que fue electo gracias al apoyo del Partido Socialista y del arrastre en las elecciones, por parte de Ivonne Valenzuela, quien sí respaldó firmemente la auditoría como un primer paso esencial para enfrentar el caos financiero heredado por la administración actual.

La abstención de Luis Rivera ha abierto cuestionamientos sobre su lealtad política y su compromiso con la transparencia. Rivera, perteneciente al mismo partido de Uberlinda Aquea, tenía en sus manos la posibilidad de inclinar la balanza a favor de una gestión más clara y ordenada, pero optó por no tomar posición en un momento crítico.

La urgencia de actuar frente a una crisis evidente

La decisión del Concejo Municipal de rechazar la auditoría es vista por muchos como una señal preocupante de falta de voluntad política para enfrentar la crisis. En una comuna que enfrenta un déficit financiero superior a $628 millones y deudas acumuladas que superan los $1.200 millones, la auditoría era una herramienta clave para identificar responsabilidades y buscar soluciones concretas.

Dentro de los próximos días se tendría que votar nuevamente el acuerdo para aprobar o rechazar la auditoría, ya que la ley contempla que las administraciones entrantes solo tienen hasta 120 días desde que asumen para realizar una.